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Siguiendo los halos de luz {Lilith}
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Siguiendo los halos de luz {Lilith}
Vagando lentamente, el aire asotaba los poco arboles que yacían en el cerca del ahora ya casi despoblado lago crystal. No era nada raro sentir el edor del grafito a una gran distancia cuando estabas en el pueblo contiguo, pero combinado con unos cuantos riachuelos, en verdad era algo exquisito.
La noche enmarcaba perfectamente la tierra, dando un brillo peculiar pero a la vez familiar en esta zona, donde todo era "tranquilo" hasta hace unos dias dondé un joven se había topado con una belleza peligrosa, la cuál había despertado en el algo prohibido... Ahi fue donde todo el ambiente se volvio tenso y lleno de melancolia. La tempratura subia, la noche se hacía con más penumbra y los ruidos se silenciaban para poder oir un par de pasos los cuales se introducian a una pequeña embergadura la cual se abria con un portazo, al aprecer era un pasaje desde el pueblo hasta al pequeño bosque que estaba sumergido en la oscuridad.
Las huellas quedaron grabadas en la tierra, dejando ver zapato de hombre, las ramas golpeteaban de aqui alla, y fue ahi dondé un rayo de la luna llena, se postro sobre aquella silueta, dejando caer su estela de luz sobre el, cayendo directamente a los ojos, brillando más de la cuenta.
Aquellos ojos grisaceos, llenos un toque turquesa, esa piel blanca y su rostro afilado casi perfecto, denoto enseguida que se trataba de aquel muchacho llamado... Evan...
{...}
Sentí como la luz de luna perfectamente llena inundaba mis ojos, dando con sus estelas directamente en mi pupila, formando una ligera cegera que hizo que me pusiera mucho más alerta. Nunca se sabe si el cielo o el infierno te pudiera estar viendo, o simplemente oliendote asi que era mejor estar preparados.
Una vez que mi vista siguio su rumbo, pude divisar aquel riachuelo que brillaba como si fuera parte del cielo, lleno de estrellas brillantes y varias estelas de luz que surcaban sus olas con tal elegancia que hacía que mi rostro sonriera en un segundo y que por un momento me olvidara de todo, absolutamente todo.
Me quite las botas que durante un tiempo me pesaban como la vida, pero con el tiempo me había acostumbrado y ahora pesaban ... nada. Las deje a la orilla del riachuelo y meti mis pies en el; El agua esta helada y templada a la vez, mi mente orbito fuera de mi cuerpo y sentia como viajaba entre esas olas llenas de estrellas. En un segundo no aguante más y me quite mi pantalon y mi camiseta, quedando unicamente en interiores blancos. Me introduje al agua lentamente y mi cuerpo se impregno de esa sustancia estelar, y empezó a resplandecer junto con las estrellas.
Me sumergi un par de veces, para remojar mi cabellera, dejando en mis labios ese ligero sabor a dulce y amargo. En un segundo deje mi cuerpo estatico en el agua, con la cintura para abajo metida en el agua y mi torso estaba desnudo brillando con intensidad. Mire las estrellas pensando en mi futuro, en lo que me depararia... Los combates se acercan, pero por alguna razón esa no es mi preocupación... Siento que mi vida sera arrebatada si tengo que ver de nueva cuenta a aquella mujer, aquella hermosa y diabolica mujer... no importa se cuidarme de cualquier demonios, pero ella había hecho algo dentro de mi el cuál er
a algo fuerte y lleno de bajas pasiones. La pregunta es.. ¿Que pasara si la vuelvo a ver?
Los halos de la luna golpeaban en las debiles ramas de los arboles, lo cual hacia que estan danzaran al ritmo del viento. El cuerpo de Evan estaba estatico, deseando entrar en calor y a la vez en un frio eterno. Pero todos sabemos que solo se puede hacer una cosa... y O´Connor lo sabía y tal vez ya lo haya decidido..
La noche enmarcaba perfectamente la tierra, dando un brillo peculiar pero a la vez familiar en esta zona, donde todo era "tranquilo" hasta hace unos dias dondé un joven se había topado con una belleza peligrosa, la cuál había despertado en el algo prohibido... Ahi fue donde todo el ambiente se volvio tenso y lleno de melancolia. La tempratura subia, la noche se hacía con más penumbra y los ruidos se silenciaban para poder oir un par de pasos los cuales se introducian a una pequeña embergadura la cual se abria con un portazo, al aprecer era un pasaje desde el pueblo hasta al pequeño bosque que estaba sumergido en la oscuridad.
Las huellas quedaron grabadas en la tierra, dejando ver zapato de hombre, las ramas golpeteaban de aqui alla, y fue ahi dondé un rayo de la luna llena, se postro sobre aquella silueta, dejando caer su estela de luz sobre el, cayendo directamente a los ojos, brillando más de la cuenta.
Aquellos ojos grisaceos, llenos un toque turquesa, esa piel blanca y su rostro afilado casi perfecto, denoto enseguida que se trataba de aquel muchacho llamado... Evan...
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Sentí como la luz de luna perfectamente llena inundaba mis ojos, dando con sus estelas directamente en mi pupila, formando una ligera cegera que hizo que me pusiera mucho más alerta. Nunca se sabe si el cielo o el infierno te pudiera estar viendo, o simplemente oliendote asi que era mejor estar preparados.
Una vez que mi vista siguio su rumbo, pude divisar aquel riachuelo que brillaba como si fuera parte del cielo, lleno de estrellas brillantes y varias estelas de luz que surcaban sus olas con tal elegancia que hacía que mi rostro sonriera en un segundo y que por un momento me olvidara de todo, absolutamente todo.
Me quite las botas que durante un tiempo me pesaban como la vida, pero con el tiempo me había acostumbrado y ahora pesaban ... nada. Las deje a la orilla del riachuelo y meti mis pies en el; El agua esta helada y templada a la vez, mi mente orbito fuera de mi cuerpo y sentia como viajaba entre esas olas llenas de estrellas. En un segundo no aguante más y me quite mi pantalon y mi camiseta, quedando unicamente en interiores blancos. Me introduje al agua lentamente y mi cuerpo se impregno de esa sustancia estelar, y empezó a resplandecer junto con las estrellas.
Me sumergi un par de veces, para remojar mi cabellera, dejando en mis labios ese ligero sabor a dulce y amargo. En un segundo deje mi cuerpo estatico en el agua, con la cintura para abajo metida en el agua y mi torso estaba desnudo brillando con intensidad. Mire las estrellas pensando en mi futuro, en lo que me depararia... Los combates se acercan, pero por alguna razón esa no es mi preocupación... Siento que mi vida sera arrebatada si tengo que ver de nueva cuenta a aquella mujer, aquella hermosa y diabolica mujer... no importa se cuidarme de cualquier demonios, pero ella había hecho algo dentro de mi el cuál er
a algo fuerte y lleno de bajas pasiones. La pregunta es.. ¿Que pasara si la vuelvo a ver?
Los halos de la luna golpeaban en las debiles ramas de los arboles, lo cual hacia que estan danzaran al ritmo del viento. El cuerpo de Evan estaba estatico, deseando entrar en calor y a la vez en un frio eterno. Pero todos sabemos que solo se puede hacer una cosa... y O´Connor lo sabía y tal vez ya lo haya decidido..
Evan O’Connor- Ángeles
- Mensajes : 22
Fecha de inscripción : 18/05/2012
Re: Siguiendo los halos de luz {Lilith}
Esa ciudad comenzaba a aburrirle. No era lo que esperaba, ni siquiera se acercaba a lo que le habían contado. Estúpidos demonios que se fascinaban con cualquier porquería, pensó. Al menos hacer maldades lograba sacarla de su estado de desesperación cuando el tedio llegaba a su punto límite. Y sus hermanos, bueno, ellos tenían ese algo que la hacía continuar ahí. Era patético que un demonio sintiera amor, pero Lilith lo tenía, muy en el fondo de su ennegrecida alma, había una pizca de amor. Amaba a sus hermanos más que a cualquier otra cosa en su mísera vida. Toda ella era miseria, no precisamente porque supiera que era la discordia del mundo humano y el paranormal, sino porque eso era lo que significaba ser demonio. Todo lo negativo en un solo cuerpo.
Aún así, se alegraba de ser lo que era. Antes, en su vida humana, jamás habría podido disfrutar de lo que ahoga gozaba. Riqueza, poder, libertad. No tenía que seguir tantas reglas pues, en el inframundo no existían reglas estrictas. La única y más importante era "Causa el mal a cuánto puedas" y, vamos, eso le parecía de lo más divertido que pudiera haber hecho nunca.
Sonrió para sí en aquella caminata nocturna cerca del lago Crystal. La luna estaba justo en el centro del cielo, apenas y se podían ver algunas estrellas debido a la intensidad de la luz que irradiaba, pero tampoco le importaba mucho. Anduvo por la orilla del agua, haciendo que las piedras sonaran a cada paso dado. Pronto, una presencia no humana se hizo presente. La vibra le llegaba a metros de distancia. Era un ángel, sin duda. No era difícil diferenciarlos de las vibras débiles de los humanos o de cualquier otro ser.
No tenía ganas de pelear esa noche, pero se trataba de un ángel. ¡Cuántos rangos obtendría por un alma tan noble y pura como la de ellos! Vio desde lejos todo lo que éste hacía y no tardó en reconocerle. Se habían topado en más de una ocasión. Si recordaba bien, su nombre era Evan O'Connor, un ángel creado después de su muerte, por lo que no era tan puro después de todo, pero, bien, tampoco estaba ciega. El chico era atractivo, demasiado como para poder ocultarlo. Sonrío ladinamente cuando se dio cuenta de lo que éste hacía. Se deleitó con la belleza de su figura, su cuerpo se convirtió en fuego, literalmente, se había propuesto llevárselo a la cama y lograr que fuese un exiliado, después, quizás, le mataría.
Se acercó al lugar donde él se encontraba, rodeando el lago. Llegó hasta donde se encontraban las ropas del chico y las tomó en sus suaves, delicadas y asesinas manos. Cambió su peso al pie izquierdo y le llamó —¡Ey, querubín! ¿Esto es tuyo? —masculló. Cuando el ángel se giró, las manos de Lilith se volvieron fuego, ardiente fuego que pronto terminó por calcinar las ropas del ángel. Hizo un gesto de disculpa fingida y se sacudió las manos para liberarse de las cenizas.
Aún así, se alegraba de ser lo que era. Antes, en su vida humana, jamás habría podido disfrutar de lo que ahoga gozaba. Riqueza, poder, libertad. No tenía que seguir tantas reglas pues, en el inframundo no existían reglas estrictas. La única y más importante era "Causa el mal a cuánto puedas" y, vamos, eso le parecía de lo más divertido que pudiera haber hecho nunca.
Sonrió para sí en aquella caminata nocturna cerca del lago Crystal. La luna estaba justo en el centro del cielo, apenas y se podían ver algunas estrellas debido a la intensidad de la luz que irradiaba, pero tampoco le importaba mucho. Anduvo por la orilla del agua, haciendo que las piedras sonaran a cada paso dado. Pronto, una presencia no humana se hizo presente. La vibra le llegaba a metros de distancia. Era un ángel, sin duda. No era difícil diferenciarlos de las vibras débiles de los humanos o de cualquier otro ser.
No tenía ganas de pelear esa noche, pero se trataba de un ángel. ¡Cuántos rangos obtendría por un alma tan noble y pura como la de ellos! Vio desde lejos todo lo que éste hacía y no tardó en reconocerle. Se habían topado en más de una ocasión. Si recordaba bien, su nombre era Evan O'Connor, un ángel creado después de su muerte, por lo que no era tan puro después de todo, pero, bien, tampoco estaba ciega. El chico era atractivo, demasiado como para poder ocultarlo. Sonrío ladinamente cuando se dio cuenta de lo que éste hacía. Se deleitó con la belleza de su figura, su cuerpo se convirtió en fuego, literalmente, se había propuesto llevárselo a la cama y lograr que fuese un exiliado, después, quizás, le mataría.
Se acercó al lugar donde él se encontraba, rodeando el lago. Llegó hasta donde se encontraban las ropas del chico y las tomó en sus suaves, delicadas y asesinas manos. Cambió su peso al pie izquierdo y le llamó —¡Ey, querubín! ¿Esto es tuyo? —masculló. Cuando el ángel se giró, las manos de Lilith se volvieron fuego, ardiente fuego que pronto terminó por calcinar las ropas del ángel. Hizo un gesto de disculpa fingida y se sacudió las manos para liberarse de las cenizas.
Re: Siguiendo los halos de luz {Lilith}
{...}
Todo parecía tan, tenue tan lleno de un silencio que en un principio parecía relajante y endormecedor. Fue tanto mi deleite que en un segundo quede prendado de la magia de lo que esta hermosa realidad me brindaba.
Volver a sentir el aire en mi piel, el agua erizando lentamente cada bello de mi piel y por supuesto aquella sensación de pertenencía que me hacía sentir unico.
Mi ojos se abrieron lentamente y el hermoso halo de luz se introdujo con gracia denotando un ligero brillo estelar que hizo enmarcar una sonrisa en mi rostro. Pero todo se desvanecio al sentir un aroma cautivador y embriagador. Gire mi cuerpo al momeno en que oí que alguien hablaba a espaldas mias, se trataba de aquella dama que había conocido hace unas cuantas semanas y que para mi sorpresa era un demonio aunque no en todo su esplendor.
En mis pupilas se dislumbro una llamarada que se originaba de la palma de sus manos, y que corrieron deprisa a mis pertenecias incinerandolas por completo, la mire insofactamente y pude ver en su expresión la burla y la indecencía. Por supuesto lo correcto sería ir por ella y acabarla, pero eso no lo hace alguien como yo así que solo sonreí y me limite a decir lenta y tranquilamente.
Supongo que era mio... ultimamente nos encontramos de más Lilith - Seguía sonriendo y di de nuevo media vuelta y mira la luna - Bueno ya que estas aqui deberías de probar el agua, esta deliciosa
Sonreí de nueva cuenta esperando que accediera a mi petición asi tendría la oportunidad de poder encaminarla hacía el camino destinado por mi creador, solo tenía que tener una minima oportunidad para lograrlo, el problema, el unico problema que transcurria era que mi cuerpo y mi mente estaban en una lucha constante cada vez que la veía y esta vez no era la exepción. Deseos despertaron al igual que sentimiento, y siendo sincero ahora no se si la proposición que hice fue para tratar de llevarla al bien, o dejar que ella me lleve al mal
El aire en un segundo cambio su fuerza, llevandose con el las cenizas de aquellas ropas que alguna vez pertenecieron a Evan, ahora la balanza estaba tambaleandose y todo depende de quien de los dos seres es más fuerte. La luna en su esplendor brindaba el escenario perfecto, meticulosamente enmarcada por cientos de estrellas que resplandecían al unisono con su reflejo en el lago.
La sonrisa en el rostro de O´Connor denotaba entre picardia y enojo, la pregunta es cual de las dos predominaba en estos momentos, eso es lo que decidira esta noche
Todo parecía tan, tenue tan lleno de un silencio que en un principio parecía relajante y endormecedor. Fue tanto mi deleite que en un segundo quede prendado de la magia de lo que esta hermosa realidad me brindaba.
Volver a sentir el aire en mi piel, el agua erizando lentamente cada bello de mi piel y por supuesto aquella sensación de pertenencía que me hacía sentir unico.
Mi ojos se abrieron lentamente y el hermoso halo de luz se introdujo con gracia denotando un ligero brillo estelar que hizo enmarcar una sonrisa en mi rostro. Pero todo se desvanecio al sentir un aroma cautivador y embriagador. Gire mi cuerpo al momeno en que oí que alguien hablaba a espaldas mias, se trataba de aquella dama que había conocido hace unas cuantas semanas y que para mi sorpresa era un demonio aunque no en todo su esplendor.
En mis pupilas se dislumbro una llamarada que se originaba de la palma de sus manos, y que corrieron deprisa a mis pertenecias incinerandolas por completo, la mire insofactamente y pude ver en su expresión la burla y la indecencía. Por supuesto lo correcto sería ir por ella y acabarla, pero eso no lo hace alguien como yo así que solo sonreí y me limite a decir lenta y tranquilamente.
Supongo que era mio... ultimamente nos encontramos de más Lilith - Seguía sonriendo y di de nuevo media vuelta y mira la luna - Bueno ya que estas aqui deberías de probar el agua, esta deliciosa
Sonreí de nueva cuenta esperando que accediera a mi petición asi tendría la oportunidad de poder encaminarla hacía el camino destinado por mi creador, solo tenía que tener una minima oportunidad para lograrlo, el problema, el unico problema que transcurria era que mi cuerpo y mi mente estaban en una lucha constante cada vez que la veía y esta vez no era la exepción. Deseos despertaron al igual que sentimiento, y siendo sincero ahora no se si la proposición que hice fue para tratar de llevarla al bien, o dejar que ella me lleve al mal
El aire en un segundo cambio su fuerza, llevandose con el las cenizas de aquellas ropas que alguna vez pertenecieron a Evan, ahora la balanza estaba tambaleandose y todo depende de quien de los dos seres es más fuerte. La luna en su esplendor brindaba el escenario perfecto, meticulosamente enmarcada por cientos de estrellas que resplandecían al unisono con su reflejo en el lago.
La sonrisa en el rostro de O´Connor denotaba entre picardia y enojo, la pregunta es cual de las dos predominaba en estos momentos, eso es lo que decidira esta noche
Evan O’Connor- Ángeles
- Mensajes : 22
Fecha de inscripción : 18/05/2012
Re: Siguiendo los halos de luz {Lilith}
Él ni siquiera se inmutó y, por supuesto, a Lilith le desagradó. Había casi imaginado el rostro molesto del ángel, alguna rabieta o hasta que fuese tras ella, pero no, había sido todo lo contrario. Él sí que se tomaba muy a pecho la idea de ser el chico bueno que no hiere a nadie, aunque eso debería ser mucho mejor para la demonio, pues entre más puro fuese él, ella salía ganando, claro, si es que lograba hacerse con su alma. Lo había hecho con otros tantos ángeles antes, seguramente con él también sería fácil.
Cuando él la llamó, su sonrisa se volvió seductora. Era la oportunidad perfecta para comenzar con el plan de "hacer caer al ángel" —. Sí, eso parece —dijo, dando pasos para acercarse al agua —. No huyas, te haré compañía —adjuntó. Se dispuso a quitarse el calzado y dejarlo cerca. Después, y sin pensarlo dos veces, levantó su blusa hasta quitársela y la dejó caer a sus pies, quedando su pecho semi desnudo, cubriéndose sólo con el sostén. En seguida quitó el botón de sus jeans y no dudó en desprenderse de él. Lo dejó en el mismo sitio que la blusa y entonces entró al agua.
Sonriendo con malicia, notando como la expresión del ángel cambiaba, se sintió al borde de la victoria. Llegó hasta él y se detuvo bastante cerca —Espero que una chica en paños menores no te ponga nervioso —masculló, haciendo que su voz sonara baja, sensual.
Cuando él la llamó, su sonrisa se volvió seductora. Era la oportunidad perfecta para comenzar con el plan de "hacer caer al ángel" —. Sí, eso parece —dijo, dando pasos para acercarse al agua —. No huyas, te haré compañía —adjuntó. Se dispuso a quitarse el calzado y dejarlo cerca. Después, y sin pensarlo dos veces, levantó su blusa hasta quitársela y la dejó caer a sus pies, quedando su pecho semi desnudo, cubriéndose sólo con el sostén. En seguida quitó el botón de sus jeans y no dudó en desprenderse de él. Lo dejó en el mismo sitio que la blusa y entonces entró al agua.
Sonriendo con malicia, notando como la expresión del ángel cambiaba, se sintió al borde de la victoria. Llegó hasta él y se detuvo bastante cerca —Espero que una chica en paños menores no te ponga nervioso —masculló, haciendo que su voz sonara baja, sensual.
Re: Siguiendo los halos de luz {Lilith}
{...}
"Ayudame padre" - Masculle en mi mente - Al ver como ella poco a poco se despojaba de sus prendas superiores, aceptando sin ninguna oposición el venir y acerme compañia.
No pude evitar mirar fijamente por un segundo su cuerpo perfecto y curvilineo, enmarcado con aquella piel de porcelana. Fue tanto mi esmeró en verla que ella se dio cuenta y me dedicó una leve sonrisa burlona, a lo que yo con una leve sonrisa desvíe la mirada hacía el horizonte, como si nada se inmutara en mi persona.
No te preocupes Lilith, no eres la primera dama que veo en paños menores
Mascúlle en su mismo tono de voz, seductor y tal vez algo fingido pero lo había logrado. Una de las ventajas que tenía, era mi sarcasmo y falta de "respeto" hacía la privacidad de las demás personas.
Baje la mirada hacia ella, viendo como su cuerpo se mojaba y las olas golpeban con delicadeza cada centimetro de su perfecta escultura. Sentí la tentación apoderarse de mi ser, y apretando ligeramente los dientes di un pasó adelante sumergiendome y en segundo salir completamente empapado.
Mire fijamente a Lilith y con una sonrisa enmarcada en mi rostro, llena de un toque de picardía pronuncie queda pero sensualmente.
Bueno pues esperó no te moleste ver a un angel así
Metí las manos dentro del agua, y en un instante saque mi ropa interior y la avente lejos de nosotros, quedando completamente desnudo con el agua tapando mi intimidad a centimetros del borde.
Me acerque a ella con aire de superioridad viendo como su rostro se llenaba de sorpresa y estupefacción. Doble mi espalda hacía ella y con mis labios cerca de su oreja, musité en voz baja pero con la misma sensualidad que irradíaba.
No creas que soy como los demás angeles Lilith, te puedo sorprender
Sonreí y di un paso atras, quedando a un metro de ella, esperando que reaccionara. Podría estar ganando la batalla, pero mi cuerpo no mentía al igual que mis emociones. Algo me pasaba y ese alg era lo que realmente impulsaba mi cuerpo a hacer estos actos de valentía. Pero no puedo suscumbír y menos ante ella que claramente se nota que sus intenciones son meramente llevarme con ella al infierno y que me castiguen por el resto de la eternidad.
"Ayudame padre" - Masculle en mi mente - Al ver como ella poco a poco se despojaba de sus prendas superiores, aceptando sin ninguna oposición el venir y acerme compañia.
No pude evitar mirar fijamente por un segundo su cuerpo perfecto y curvilineo, enmarcado con aquella piel de porcelana. Fue tanto mi esmeró en verla que ella se dio cuenta y me dedicó una leve sonrisa burlona, a lo que yo con una leve sonrisa desvíe la mirada hacía el horizonte, como si nada se inmutara en mi persona.
No te preocupes Lilith, no eres la primera dama que veo en paños menores
Mascúlle en su mismo tono de voz, seductor y tal vez algo fingido pero lo había logrado. Una de las ventajas que tenía, era mi sarcasmo y falta de "respeto" hacía la privacidad de las demás personas.
Baje la mirada hacia ella, viendo como su cuerpo se mojaba y las olas golpeban con delicadeza cada centimetro de su perfecta escultura. Sentí la tentación apoderarse de mi ser, y apretando ligeramente los dientes di un pasó adelante sumergiendome y en segundo salir completamente empapado.
Mire fijamente a Lilith y con una sonrisa enmarcada en mi rostro, llena de un toque de picardía pronuncie queda pero sensualmente.
Bueno pues esperó no te moleste ver a un angel así
Metí las manos dentro del agua, y en un instante saque mi ropa interior y la avente lejos de nosotros, quedando completamente desnudo con el agua tapando mi intimidad a centimetros del borde.
Me acerque a ella con aire de superioridad viendo como su rostro se llenaba de sorpresa y estupefacción. Doble mi espalda hacía ella y con mis labios cerca de su oreja, musité en voz baja pero con la misma sensualidad que irradíaba.
No creas que soy como los demás angeles Lilith, te puedo sorprender
Sonreí y di un paso atras, quedando a un metro de ella, esperando que reaccionara. Podría estar ganando la batalla, pero mi cuerpo no mentía al igual que mis emociones. Algo me pasaba y ese alg era lo que realmente impulsaba mi cuerpo a hacer estos actos de valentía. Pero no puedo suscumbír y menos ante ella que claramente se nota que sus intenciones son meramente llevarme con ella al infierno y que me castiguen por el resto de la eternidad.
Evan O’Connor- Ángeles
- Mensajes : 22
Fecha de inscripción : 18/05/2012
Re: Siguiendo los halos de luz {Lilith}
El agua estaba realmente deliciosa, ni fría ni caliente, simplemente perfecta. Cerca de Evan pude notar a detalle las facciones que antes no había tenido oportunidad de observar. En especial esos ojos. Parecía que le hubiesen incrustado un par de lunas en lugar de ojos humanos, aunque claro, él no era humano, al menos no desde hacía quién sabe cuánto tiempo. Si no fuese un ángel, estoy segura de que seríamos amigos, de esos a los que no les importa tener noches de pasión y locura. Seguramente él sería más divertido, porque, tengo que admitirlo, él era divertido.
Cuando dijo que yo no era la primera chica a la que él veía mínimamente vestida no pude evitar reír —Suenas como un ángel pervertido, O'Connor —dije con voz ronca, casi ronroneando. La manera en que sus labios se movían cada vez que profería palabra alguna era...hechizante. Tenía una capacidad enorme para retener mi atención, y eso no estaba bien, no, porque me exponía, me...¡Joder! Me lograba sentir débil cuando él estaba cerca.
Lo siguiente que hizo logró romper con mis expectativas hacia él, quiero decir, ¿o era estúpido o tenía un plan? Había pensando que seducirlo iba a ser tarea de tiempo, pero el ángel no oponía demasiada resistencia, hasta parecía decirme "Por favor, hazme caer de una buena vez". El deseo se apoderó de mi cuerpo cuando vi su última prenda salir volando. Mordí mi meñique de manera traviesa y tuve un electrizante escalofrío cuando su aliento chocó contra la piel de mi oreja. ¿Que no era como los otros ángeles? Bueno, eso ya me lo había sospechado, pero que se delatara de esa manera era épico —Sé que no eres como los otros —respondí con susurros, siendo yo la que se acercara a su oído esta vez —, pero no pensé que fueras tan idiota... —agregué y, justo después, mordí de manera provocativa su oreja.
Estaba tan cerca que casi podía sentir la paz de su aura, pero en ese caso estábamos en las mismas condiciones, pues mi aura no era la más pacífica que se pudiera encontrar. Era un choque de esencias y, sin temor a equivocarme, puedo decir que había un mar de deseo.
Cuando dijo que yo no era la primera chica a la que él veía mínimamente vestida no pude evitar reír —Suenas como un ángel pervertido, O'Connor —dije con voz ronca, casi ronroneando. La manera en que sus labios se movían cada vez que profería palabra alguna era...hechizante. Tenía una capacidad enorme para retener mi atención, y eso no estaba bien, no, porque me exponía, me...¡Joder! Me lograba sentir débil cuando él estaba cerca.
Lo siguiente que hizo logró romper con mis expectativas hacia él, quiero decir, ¿o era estúpido o tenía un plan? Había pensando que seducirlo iba a ser tarea de tiempo, pero el ángel no oponía demasiada resistencia, hasta parecía decirme "Por favor, hazme caer de una buena vez". El deseo se apoderó de mi cuerpo cuando vi su última prenda salir volando. Mordí mi meñique de manera traviesa y tuve un electrizante escalofrío cuando su aliento chocó contra la piel de mi oreja. ¿Que no era como los otros ángeles? Bueno, eso ya me lo había sospechado, pero que se delatara de esa manera era épico —Sé que no eres como los otros —respondí con susurros, siendo yo la que se acercara a su oído esta vez —, pero no pensé que fueras tan idiota... —agregué y, justo después, mordí de manera provocativa su oreja.
Estaba tan cerca que casi podía sentir la paz de su aura, pero en ese caso estábamos en las mismas condiciones, pues mi aura no era la más pacífica que se pudiera encontrar. Era un choque de esencias y, sin temor a equivocarme, puedo decir que había un mar de deseo.
Re: Siguiendo los halos de luz {Lilith}
{...}
Sentí como mi piel se erizaba lentamente, y como mi cuerpo empezaba a ejercer control sobre mi cabeza. Contuve la respiración al sentir como sus dientes se inscrustaban en mi oreja, tenía que ser fuerte ya que un pasó en falso y todo se podría ir directamente al infierno, literalmente.
Di un paso atras sumergiendome de nueva cuenta, esta vez un buen rato pensando en todo lo que estaba haciendo y hasta donde estaba dispuesto a llegar para poder salvar el alma de Lilith, cosa que ahora me doy cuenta que sería algo complicado, ya que para lograrlo tenía que ser inteligente, pero como serlo si cada vez que la veo mi sangre empieza a correr deprisa y mi mente viaja a un universo fuera de este y solo se concentra en ver esos hermosos ojos marrones y desear tener esos carnoso labios junto con los míos.
Salí del agua y me acerque de nuevo a ella decidido e impulsado por mis instintos que alguna vez tuve de humano, y con un ligero aire de autoridad enmarque una sonrisa con mucha amabilidad y me dirigí a ella con mucha educación.
Bueno, eso no lo sabremos hasta más adelante, por ahora digamos que soy un poco idiota
Sentí como el agua disminuía su profundidad y me llagaba un poco más abajo de mis caderas, enseñando tal vez un poco de más. Así que extendí mi cuerpo y di un par de brasadas hacía aguas más profundas, dejando entre ver entre ellas mi trasero al filo de la luna.
Una vez que estaba seguro que no se me vería nada, mire a Liliht, flotando en el río y le grite casí armoniosamente.
Vamos Lilith, aun te faltan unas prendas. Quitatelas y ven a nadar conmigo, no hare nada lo juro
Masculle y termine con una sonrisa. Sabía que estaba jugando con fuego, pero si jugaba bien mis cartas podría salvar a esta hermosa dama, pero el problema sigue siendo el mismo. Cada vez que la veo, me calzino por dentro y no se si pueda controlarme
Sentí como mi piel se erizaba lentamente, y como mi cuerpo empezaba a ejercer control sobre mi cabeza. Contuve la respiración al sentir como sus dientes se inscrustaban en mi oreja, tenía que ser fuerte ya que un pasó en falso y todo se podría ir directamente al infierno, literalmente.
Di un paso atras sumergiendome de nueva cuenta, esta vez un buen rato pensando en todo lo que estaba haciendo y hasta donde estaba dispuesto a llegar para poder salvar el alma de Lilith, cosa que ahora me doy cuenta que sería algo complicado, ya que para lograrlo tenía que ser inteligente, pero como serlo si cada vez que la veo mi sangre empieza a correr deprisa y mi mente viaja a un universo fuera de este y solo se concentra en ver esos hermosos ojos marrones y desear tener esos carnoso labios junto con los míos.
Salí del agua y me acerque de nuevo a ella decidido e impulsado por mis instintos que alguna vez tuve de humano, y con un ligero aire de autoridad enmarque una sonrisa con mucha amabilidad y me dirigí a ella con mucha educación.
Bueno, eso no lo sabremos hasta más adelante, por ahora digamos que soy un poco idiota
Sentí como el agua disminuía su profundidad y me llagaba un poco más abajo de mis caderas, enseñando tal vez un poco de más. Así que extendí mi cuerpo y di un par de brasadas hacía aguas más profundas, dejando entre ver entre ellas mi trasero al filo de la luna.
Una vez que estaba seguro que no se me vería nada, mire a Liliht, flotando en el río y le grite casí armoniosamente.
Vamos Lilith, aun te faltan unas prendas. Quitatelas y ven a nadar conmigo, no hare nada lo juro
Masculle y termine con una sonrisa. Sabía que estaba jugando con fuego, pero si jugaba bien mis cartas podría salvar a esta hermosa dama, pero el problema sigue siendo el mismo. Cada vez que la veo, me calzino por dentro y no se si pueda controlarme
Evan O’Connor- Ángeles
- Mensajes : 22
Fecha de inscripción : 18/05/2012
Re: Siguiendo los halos de luz {Lilith}
Mientras él se encontraba debajo del agua, aproveché para acomodar mi cabello y moverme un poco en el agua. Hacía mucho que no disfrutaba de la naturaleza, una de las cosas que siempre me había gustado, desde que era humana hasta ahora que era lo que era. Cuando emergió, me quedé quieta, esperando a que él hiciera algo. Vamos, si se había quitado la ropa no era precisamente porque tenía calor, algo quería, estaba buscando que yo me moviera primero, pero no le iba a dar ese gusto. Si tramaba cualquier cosa, le dejaría hacer sus jugadas un rato, a final de cuentas, puedo estar segura de que saldré victoriosa.
Reí ante lo que dijo, apenas una risita gutural y rodé los ojos. Para mí era un idiota, así de simple.
Le vi echarse para atrás y arqueé una ceja cuando su cuerpo quedó al descubierto para mí. Bueno, él no estaba nada mal. En realidad, nada mal. Si quisiera podría seducirlo ahí mismo y hacerlo arder en pasión. Podría tener su cuerpo de Adonis para mí solita, pero eso implicaba que después tendría que matarlo. No quería matarlo, de echo, quería que él siguiera existiendo, como caído, por lo menos. Así, podría deleitarme con ese cuerpo cuando quisiera.
Cuando me llamó no pude evitar sonreír. Si él quería que me desprendiera de todas mis ropas, tendría que hacerlo él mismo. Me acerqué a él y me detuve lo suficientemente cerca para mi propósito —¿Por qué no me ayudas? —dije con naturalidad y me giré, dándole la espalda, invitándole a quitar el sujetador de mi sostén. Recogí mi cabello hacia adelante y esperé a que hiciera su parte.
Reí ante lo que dijo, apenas una risita gutural y rodé los ojos. Para mí era un idiota, así de simple.
Le vi echarse para atrás y arqueé una ceja cuando su cuerpo quedó al descubierto para mí. Bueno, él no estaba nada mal. En realidad, nada mal. Si quisiera podría seducirlo ahí mismo y hacerlo arder en pasión. Podría tener su cuerpo de Adonis para mí solita, pero eso implicaba que después tendría que matarlo. No quería matarlo, de echo, quería que él siguiera existiendo, como caído, por lo menos. Así, podría deleitarme con ese cuerpo cuando quisiera.
Cuando me llamó no pude evitar sonreír. Si él quería que me desprendiera de todas mis ropas, tendría que hacerlo él mismo. Me acerqué a él y me detuve lo suficientemente cerca para mi propósito —¿Por qué no me ayudas? —dije con naturalidad y me giré, dándole la espalda, invitándole a quitar el sujetador de mi sostén. Recogí mi cabello hacia adelante y esperé a que hiciera su parte.
Re: Siguiendo los halos de luz {Lilith}
{...}
¿Qué demonios es lo que me estaba pasando?, algo en ella hacía que lo peor de mi saliera a relucir, mientras yo estúpidamente había intentado lo opuesto con ella y lo admitía, estaba perdiendo la batalla, pero la guerra apenas estaba empezando y por supuesto que no dejaría que una simple sensación en mi cuerpo me dominara. El único problema que existe en estos momentos, es que me doy cuenta que esto no es una sensación, esto es algo mucha más fuerte mucho más prohibido.
Sabía que dentro de mi estaba naciendo un sentimiento muy fuerte hacía ella, pero aun así tenía que ser fuerte y ejecutar mi plan para poder liberarla. En un segundo analice mis antiguas palabras y mis acciones; me había metido en tremendo problema al desnudarme y decirle que ella también lo hiciera, ahora el deseo y ese sentimiento se apoderaba de mi segundo a segundo, y fue cuando ella me ínsito a ir y quitarle su sostén dándose media vuelta y enseñándome su espalda con picardía donde estuve a punto de perder el control.
Después de pensarlo unos segundos, me di cuenta que si en estos momentos me daba por vencido, ella podría hacer conmigo lo que quisiera, incluso mandarme al infierno si esa era su verdadera intención. Exhale una buena bocanada de aire y me acerque a ella con cautela, tomándola de la cintura lentamente y con mi mano derecha desabrochando su sostén con proeza.
Sonriendo con algo de picardía la gire para que nuestras miradas se cruzaran, no miento, mi vista se desvió un poco hacía sus perfectos pechos y mi sonrisa se hizo más grande al ver su hermosura. Una vez que volví a ver sus ojos, sonreí y de mis labios pronuncie quedamente.
Listo Lilith, ahora solo falta una
Señala con mi dedo la parte de abajo, indicándole que yo no lo haría así que era una pequeña prueba para ella, con lo cual puede que me de un poco de ventaja. La verdad ya lo había decidido y me había dado cuenta, para poder salvar a Lilith era necesario que la consumiera por completo, cada centímetro de su cuerpo tendría que calcinarlo con ese sentimiento que había nacido en mi, el cual era puro al cien por ciento, pero solo debía de tener cuidado de no ser tentado por aquella hermosa mujer que en verdad me fascinaba mucho más de lo que creía.
¿Qué demonios es lo que me estaba pasando?, algo en ella hacía que lo peor de mi saliera a relucir, mientras yo estúpidamente había intentado lo opuesto con ella y lo admitía, estaba perdiendo la batalla, pero la guerra apenas estaba empezando y por supuesto que no dejaría que una simple sensación en mi cuerpo me dominara. El único problema que existe en estos momentos, es que me doy cuenta que esto no es una sensación, esto es algo mucha más fuerte mucho más prohibido.
Sabía que dentro de mi estaba naciendo un sentimiento muy fuerte hacía ella, pero aun así tenía que ser fuerte y ejecutar mi plan para poder liberarla. En un segundo analice mis antiguas palabras y mis acciones; me había metido en tremendo problema al desnudarme y decirle que ella también lo hiciera, ahora el deseo y ese sentimiento se apoderaba de mi segundo a segundo, y fue cuando ella me ínsito a ir y quitarle su sostén dándose media vuelta y enseñándome su espalda con picardía donde estuve a punto de perder el control.
Después de pensarlo unos segundos, me di cuenta que si en estos momentos me daba por vencido, ella podría hacer conmigo lo que quisiera, incluso mandarme al infierno si esa era su verdadera intención. Exhale una buena bocanada de aire y me acerque a ella con cautela, tomándola de la cintura lentamente y con mi mano derecha desabrochando su sostén con proeza.
Sonriendo con algo de picardía la gire para que nuestras miradas se cruzaran, no miento, mi vista se desvió un poco hacía sus perfectos pechos y mi sonrisa se hizo más grande al ver su hermosura. Una vez que volví a ver sus ojos, sonreí y de mis labios pronuncie quedamente.
Listo Lilith, ahora solo falta una
Señala con mi dedo la parte de abajo, indicándole que yo no lo haría así que era una pequeña prueba para ella, con lo cual puede que me de un poco de ventaja. La verdad ya lo había decidido y me había dado cuenta, para poder salvar a Lilith era necesario que la consumiera por completo, cada centímetro de su cuerpo tendría que calcinarlo con ese sentimiento que había nacido en mi, el cual era puro al cien por ciento, pero solo debía de tener cuidado de no ser tentado por aquella hermosa mujer que en verdad me fascinaba mucho más de lo que creía.
Evan O’Connor- Ángeles
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Fecha de inscripción : 18/05/2012
Re: Siguiendo los halos de luz {Lilith}
Y entonces mi cuerpo estuvo desnudo. Desnudo para la luna, desnudo para el ángel que parecía querer convertirse en un caído. Sus manos, cálidas y suaves, hicieron que me girara, entonces noté a sus ojos vagar por mi pecho hasta un poco más abajo, donde antes había estado mi sostén. Puedo asegurar que le gustó lo que vio, el brillo en su mirada no se debía a la luna en ese caso, era la flama de la lujuria haciéndose presente en su interior, pude notarlo o, tal vez eso era lo que yo quería pensar.
Sonreí ante la sensualidad de sus palabras y seguí el rumbo de su señalamiento. En serio, ¿qué tramaba ese ángel? ¿De verdad quería sucumbir al pecado? Porque para él aquello iba a convertirse en un pecado. Me estaba tomando el pelo, tal vez, o quizás sabía lo que hacía. No tengo idea, pero tendría que irme despacio, no quería que todo terminara tan rápido, no ahora que sabía lo divertido que podría ser provocarlo.
Mi dedo índice vagó por su mejilla de manera provocativa, justo antes de posar mis labios en la comisura de los suyos, cerca pero no lo suficiente para que se palparan —Estás jugando con fuego, querubín. Van a castigarte por ser de mente tan abierta —proferí y crucé mis brazos por encima de mi desnudo pecho. Le miré de manera desconfiada, tratando de buscar algo en su expresión, algo que me diera una pista de qué era lo que estaba buscando con todo ese juego de quitarnos la ropa, pero no encontré nada, sólo un mar en que nadé a mis anchas, sus ojos tenían algo que me llamaba, eran como...el cielo. ¡Joder, Lilith. Deja de pensar estupideces! . Reclamó mi mente, y tenía que hacerle caso antes de perderme por completo.
Suspiré como si estuviese cansada y me giré para salir del agua e ir por mi ropa —No sé a qué estás jugando, O'Connor, pero hoy no vas a caer —dije despreocupada. Salí del agua y, ya en la orilla, tomé mi ropa y comencé a vestirme nuevamente.
Sonreí ante la sensualidad de sus palabras y seguí el rumbo de su señalamiento. En serio, ¿qué tramaba ese ángel? ¿De verdad quería sucumbir al pecado? Porque para él aquello iba a convertirse en un pecado. Me estaba tomando el pelo, tal vez, o quizás sabía lo que hacía. No tengo idea, pero tendría que irme despacio, no quería que todo terminara tan rápido, no ahora que sabía lo divertido que podría ser provocarlo.
Mi dedo índice vagó por su mejilla de manera provocativa, justo antes de posar mis labios en la comisura de los suyos, cerca pero no lo suficiente para que se palparan —Estás jugando con fuego, querubín. Van a castigarte por ser de mente tan abierta —proferí y crucé mis brazos por encima de mi desnudo pecho. Le miré de manera desconfiada, tratando de buscar algo en su expresión, algo que me diera una pista de qué era lo que estaba buscando con todo ese juego de quitarnos la ropa, pero no encontré nada, sólo un mar en que nadé a mis anchas, sus ojos tenían algo que me llamaba, eran como...el cielo. ¡Joder, Lilith. Deja de pensar estupideces! . Reclamó mi mente, y tenía que hacerle caso antes de perderme por completo.
Suspiré como si estuviese cansada y me giré para salir del agua e ir por mi ropa —No sé a qué estás jugando, O'Connor, pero hoy no vas a caer —dije despreocupada. Salí del agua y, ya en la orilla, tomé mi ropa y comencé a vestirme nuevamente.
Re: Siguiendo los halos de luz {Lilith}
{…}
Para ser honesto no sé qué es lo que me pasaba cada vez que estaba cerca de ella. Como si mi cuerpo dominara mi mente y un fuego abrazara lentamente todo mi interior, haciendo que no pensara, o mejor dicho que alguien más pensara por mí, alguien oscuro y lleno de lujuria. Al ver como se daba la media vuelta, en mi rostro sentí como desfilaba una sonrisa, lo sabía y ella también, este asalto había sido para mí y eso a ella no le gustaba, estaba seguro que había causado algo de confusión en su interior y eso era justo lo que quería conseguir.
Mi cuerpo lentamente se deslizo entre las olas que pasaban debajo de mi, haciendo que surcara lentamente cada espacio de este lago. En unos segundos llegue a la orilla en donde ella estaba tomando su ropa y con esa sonrisa picara aun en mi rostro la mire fijamente, como si mirara las estrellas y deseara volver a tocarlas y sentir los destellos en mi piel, No necesito caer en nada Lili, en verdad que no lo necesito ni tu, ni yo -, susurre lentamente mientras miraba como se ponía lentamente cada una de sus pendras mientras mis ojos no paraban de mirarla fijamente.
- Eres muy hermosa Lilith, odio admitirlo -, dije sonriendo y soltando una ligera risa que hizo que mi cuerpo se sacudiera ligeramente. En un segundo saque mi cuerpo desnudo del agua el cual brillaba con los golpes de los halos de luz. Y hacía resplandecer con más firmeza mi cuerpo perfecto y me acercaba a ella lentamente tratando de no dejar de ver ninguna faceta de la hermosura que estaba viendo en estos momentos. Estaba justo detrás de ella, y sin ningún aviso mis manos se enrollaron lentamente por su cintura hasta unirse en su vientre. Mi cuerpo se agitaba mientras se acercaba más a ella y mis labios se acercaron sigilosamente dando un leve suspiro y pasando mí lengua por el borde de ellos entone queda y melodiosa mente. - Lo más hermoso que haya visto en mi vida –.
Termine aquella frase y plante un beso casto y puro en la mejilla de ella, dejando postrados mis labios en su suave y terca piel que parecía de porcelana, lo cual me costó trabajo despegar mis labios de ella, pero haciendo un esfuerzo pude disimular mi éxtasis soltando mis brazos de su cintura y yendo de nueva cuenta al lago caminando despacio y con porte esperando que ella quisiera regresar o que tal vez se fuera y dejáramos esta noche para otra ocasión. Casi al llegar al filo del lago, me detuve en seco y mire al cielo, viendo como las estrellas desaparecían y la luna se hacía más brillante, sin duda alguna esta noche se había vuelto algo hermosa puesto había descubierto una nueva faceta de mi vida y claro está que aquella hermosa mujer no era totalmente malvada.
Off: Espero aun quieras seguir el post XDD, lamento la tardanza
Para ser honesto no sé qué es lo que me pasaba cada vez que estaba cerca de ella. Como si mi cuerpo dominara mi mente y un fuego abrazara lentamente todo mi interior, haciendo que no pensara, o mejor dicho que alguien más pensara por mí, alguien oscuro y lleno de lujuria. Al ver como se daba la media vuelta, en mi rostro sentí como desfilaba una sonrisa, lo sabía y ella también, este asalto había sido para mí y eso a ella no le gustaba, estaba seguro que había causado algo de confusión en su interior y eso era justo lo que quería conseguir.
Mi cuerpo lentamente se deslizo entre las olas que pasaban debajo de mi, haciendo que surcara lentamente cada espacio de este lago. En unos segundos llegue a la orilla en donde ella estaba tomando su ropa y con esa sonrisa picara aun en mi rostro la mire fijamente, como si mirara las estrellas y deseara volver a tocarlas y sentir los destellos en mi piel, No necesito caer en nada Lili, en verdad que no lo necesito ni tu, ni yo -, susurre lentamente mientras miraba como se ponía lentamente cada una de sus pendras mientras mis ojos no paraban de mirarla fijamente.
- Eres muy hermosa Lilith, odio admitirlo -, dije sonriendo y soltando una ligera risa que hizo que mi cuerpo se sacudiera ligeramente. En un segundo saque mi cuerpo desnudo del agua el cual brillaba con los golpes de los halos de luz. Y hacía resplandecer con más firmeza mi cuerpo perfecto y me acercaba a ella lentamente tratando de no dejar de ver ninguna faceta de la hermosura que estaba viendo en estos momentos. Estaba justo detrás de ella, y sin ningún aviso mis manos se enrollaron lentamente por su cintura hasta unirse en su vientre. Mi cuerpo se agitaba mientras se acercaba más a ella y mis labios se acercaron sigilosamente dando un leve suspiro y pasando mí lengua por el borde de ellos entone queda y melodiosa mente. - Lo más hermoso que haya visto en mi vida –.
Termine aquella frase y plante un beso casto y puro en la mejilla de ella, dejando postrados mis labios en su suave y terca piel que parecía de porcelana, lo cual me costó trabajo despegar mis labios de ella, pero haciendo un esfuerzo pude disimular mi éxtasis soltando mis brazos de su cintura y yendo de nueva cuenta al lago caminando despacio y con porte esperando que ella quisiera regresar o que tal vez se fuera y dejáramos esta noche para otra ocasión. Casi al llegar al filo del lago, me detuve en seco y mire al cielo, viendo como las estrellas desaparecían y la luna se hacía más brillante, sin duda alguna esta noche se había vuelto algo hermosa puesto había descubierto una nueva faceta de mi vida y claro está que aquella hermosa mujer no era totalmente malvada.
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Evan O’Connor- Ángeles
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Fecha de inscripción : 18/05/2012
Re: Siguiendo los halos de luz {Lilith}
Comencé a vestirme de nuevo, despacio, sobre todo porque sabía perfectamente que él me seguía observando. Me gustaba que lo hiciera, me gustaba que sus ojos siguieran la silueta de mi cuerpo que para nada era desagradable sino todo lo contrario. Pero no me gustaba porque de verdad quisiera que él lo hiciera, no, mis intenciones iban más allá. Todo giraba en torno a hacerle convertirse en un caído. Es cierto que podría matarlo. Seducirlo y lograr que lo despojaran de sus alas para después yo hacerme con su alma. Si las cosas seguían como hasta ahora, iba a ser fácil. Y detesto las cosas fáciles.
Lo que dijo sobre que ninguno de los dos necesitaba hacer caer a nadie me hizo reír de manera maliciosa y hasta sarcástica. A mí sí me importaba, porque obtendría rangos, ganaría poder y respeto entre los míos. Quizás para él caer no significaba nada. Tal vez él estaba asqueado de ser un ángel y, ¡diablos! ¿quién no? Hasta yo terminaría vomitando. Pero la cosa no iba por ahí. Igual no dije nada y terminé de cubrirme el pecho.
Estaba por ponerme los jeans nuevamente cuando sus manos cruzaron mi cintura y sus labios admitieron aquello que yo ya sabía pero que no había escuchado de él. Dijo que soy hermosa. Una sonrisa ladina se dibujó en mis labios y cerré los ojos ante la sensación de sus suaves y tersas manos sobre la piel todavía desnuda de mi vientre.
El deseo... De nuevo se hizo presente. Podía sentirlo, casi podía escucharlo gritándome que hiciera mío a ese hombre, porque, ángel y lo que sea, seguía siendo un hombre. Un hombre que podía darme placer y recibir lo mismo. Luego sus labios se posaron con la misma delicadeza sobre mi mejilla. Me estremecí. Pude haber girado el rostro y haberlo besado con frenesí. Pude tirarle al suelo y dejar que me tocara e hiciera conmigo lo que deseara. Pude, pude, pude. Pero no fue así.
Para cuando me di cuenta él había vuelto al agua. Y me odié por sentir esa necesidad de su cercanía nuevamente. Bufé y terminé de subirme los pantalones. Estuve vestida de nuevo y di pasos hacia la oscuridad, dejando al ángel con ojos de cielo detrás de mí. Pisando fuerte me aparté de su vista y terminé por sentarme en las faldas de un enorme roble. Parecía una de esas chicas que acaban de terminar una relación, aunque yo no estaba llorando, estaba furiosa. Me molestaba ese estúpido ángel que chapoteaba en el agua. ¡Lo odiaba! Era tan malditamente atractivo. Si Sebastien o Will me vieran, seguramente se reirían de mí hasta que el aire se les acabara. Ellos eran hombres, después de todo, y sólo jugaban con las chicas. Se supone que yo debería hacer lo mismo con los chicos, pero no, ahí va Lilith y termina sintiendo cosquilleos en el estómago cuando un maldito ángel se le acerca.
-Estúpido O'Connor -farfullé y arrojé una roca contra el tronco de otro árbol.
Lo que dijo sobre que ninguno de los dos necesitaba hacer caer a nadie me hizo reír de manera maliciosa y hasta sarcástica. A mí sí me importaba, porque obtendría rangos, ganaría poder y respeto entre los míos. Quizás para él caer no significaba nada. Tal vez él estaba asqueado de ser un ángel y, ¡diablos! ¿quién no? Hasta yo terminaría vomitando. Pero la cosa no iba por ahí. Igual no dije nada y terminé de cubrirme el pecho.
Estaba por ponerme los jeans nuevamente cuando sus manos cruzaron mi cintura y sus labios admitieron aquello que yo ya sabía pero que no había escuchado de él. Dijo que soy hermosa. Una sonrisa ladina se dibujó en mis labios y cerré los ojos ante la sensación de sus suaves y tersas manos sobre la piel todavía desnuda de mi vientre.
El deseo... De nuevo se hizo presente. Podía sentirlo, casi podía escucharlo gritándome que hiciera mío a ese hombre, porque, ángel y lo que sea, seguía siendo un hombre. Un hombre que podía darme placer y recibir lo mismo. Luego sus labios se posaron con la misma delicadeza sobre mi mejilla. Me estremecí. Pude haber girado el rostro y haberlo besado con frenesí. Pude tirarle al suelo y dejar que me tocara e hiciera conmigo lo que deseara. Pude, pude, pude. Pero no fue así.
Para cuando me di cuenta él había vuelto al agua. Y me odié por sentir esa necesidad de su cercanía nuevamente. Bufé y terminé de subirme los pantalones. Estuve vestida de nuevo y di pasos hacia la oscuridad, dejando al ángel con ojos de cielo detrás de mí. Pisando fuerte me aparté de su vista y terminé por sentarme en las faldas de un enorme roble. Parecía una de esas chicas que acaban de terminar una relación, aunque yo no estaba llorando, estaba furiosa. Me molestaba ese estúpido ángel que chapoteaba en el agua. ¡Lo odiaba! Era tan malditamente atractivo. Si Sebastien o Will me vieran, seguramente se reirían de mí hasta que el aire se les acabara. Ellos eran hombres, después de todo, y sólo jugaban con las chicas. Se supone que yo debería hacer lo mismo con los chicos, pero no, ahí va Lilith y termina sintiendo cosquilleos en el estómago cuando un maldito ángel se le acerca.
-Estúpido O'Connor -farfullé y arrojé una roca contra el tronco de otro árbol.
Re: Siguiendo los halos de luz {Lilith}
{…}
Por alguna razón el agua ahora se sentía diferente; Como si todo el calor que antes estaba irradiando se hubiera esfumado en un segundo dejando solo la helada y turbia agua que para ser franco me calcinaba los huesos lentamente. Fue ahí donde lo comprendí, era Lilith quien hacía que mi piel hirviera y que mis huesos estuvieran al borde de fundirse con mi cuerpo; Era ella quien hacía que mi mente divagara en el universo que creó para atraparme y que ahora me negaba a salir. Gire mi cuerpo para poder ver de nueva cuenta la orilla del rio, viendo con desdén que ahora ella ya no yacía en aquel lugar y que todo rastro de su ropa también se había esfumado; Simplemente y casi por instinto mi cuerpo salió del agua y recogí mi ropa para ponérmela lentamente, pero ¿Qué era lo que mi cuerpo quería hacer en estos momentos’ ¿Ir al buscarla y besarla o tal vez confesarle lo que siento ahora?. No por supuesto que no, no podría hacerlo o más bien no quería hacerlo, demostrar la debilidad que ha hecho que generaciones angelicales pierdan su divinidad y caigan a lo más bajo posible, pero por alguna razón todo lo que estaba pensando y que sabía que era correcto, no valía nada para mi cuerpo ya que este se interno en el bosque, en la oscuridad, buscando el aroma y la silueta de ella.
Si pudiera maldecir lo hubiera hecho millones de veces, al saber lo que me estaba pasando, lo que mi corazón sentía y lo que mi cuerpo imploraba tener cerca. Un ángel estaba enamorándose de un demonio, eso era lo peor que podría suceder desde tiempos inmemorables. Pero mi cuerpo seguía moviéndose, buscando el aroma de ella, sentir su presencia para poder tenerla y no dejarla ir, como si mi vida dependiera de ello y eso me perturbaba y a la vez me empezaba a agradar.
En un momento mientras caminaba cerca de un roble el cual era enorme, recordé la primera vez que la vi, con esa belleza majestuosa y ese andar tan espectacular. La primera vez que me miro a los ojos y me lanzo a más de treinta metros, lo cual hizo que esbozara una sonrisa de oreja a oreja recordar aquellos momentos, cuando en un segundo mi nariz capto ese aroma, su aroma. Mire hacia la infinidad del cielo y pude lograr ver la silueta bañada en oscuridad la cual estaba postrada en el filo de una rama de aquel antiguo roble
La sonrisa que se vislumbra en mi rostro se hizo aun más grande y fue ahí donde mis alas blanquecinas se desplegaron haciendo ligeros pivoteaos hacía enfrente y atrás dándome el impulso para poder alzar el vuelo con una gracia y elegancia única, llegando en cuestión de segundos enfrente de ella, viéndola farfullar muy bajo y su rostro tenso como una roca. Di un leve suspiro al verla ahí tan perfecta y hermosa, para después pronunciar queda pero dulcemente.
- ¿Acaso te molesto mi presencia Lilith? O ¿Es que estas huyendo de mi para no aceptar la verdad? -, me mordí el labio terminando aquella pregunta y la mire fijamente, como si la retara y quisiera saber si ella sentía lo mismo que yo, aunque sabía que era un arma de doble filo, ya que sienta lo que sienta, no se me olvida que estoy enamorado de un demonio.
Por alguna razón el agua ahora se sentía diferente; Como si todo el calor que antes estaba irradiando se hubiera esfumado en un segundo dejando solo la helada y turbia agua que para ser franco me calcinaba los huesos lentamente. Fue ahí donde lo comprendí, era Lilith quien hacía que mi piel hirviera y que mis huesos estuvieran al borde de fundirse con mi cuerpo; Era ella quien hacía que mi mente divagara en el universo que creó para atraparme y que ahora me negaba a salir. Gire mi cuerpo para poder ver de nueva cuenta la orilla del rio, viendo con desdén que ahora ella ya no yacía en aquel lugar y que todo rastro de su ropa también se había esfumado; Simplemente y casi por instinto mi cuerpo salió del agua y recogí mi ropa para ponérmela lentamente, pero ¿Qué era lo que mi cuerpo quería hacer en estos momentos’ ¿Ir al buscarla y besarla o tal vez confesarle lo que siento ahora?. No por supuesto que no, no podría hacerlo o más bien no quería hacerlo, demostrar la debilidad que ha hecho que generaciones angelicales pierdan su divinidad y caigan a lo más bajo posible, pero por alguna razón todo lo que estaba pensando y que sabía que era correcto, no valía nada para mi cuerpo ya que este se interno en el bosque, en la oscuridad, buscando el aroma y la silueta de ella.
Si pudiera maldecir lo hubiera hecho millones de veces, al saber lo que me estaba pasando, lo que mi corazón sentía y lo que mi cuerpo imploraba tener cerca. Un ángel estaba enamorándose de un demonio, eso era lo peor que podría suceder desde tiempos inmemorables. Pero mi cuerpo seguía moviéndose, buscando el aroma de ella, sentir su presencia para poder tenerla y no dejarla ir, como si mi vida dependiera de ello y eso me perturbaba y a la vez me empezaba a agradar.
En un momento mientras caminaba cerca de un roble el cual era enorme, recordé la primera vez que la vi, con esa belleza majestuosa y ese andar tan espectacular. La primera vez que me miro a los ojos y me lanzo a más de treinta metros, lo cual hizo que esbozara una sonrisa de oreja a oreja recordar aquellos momentos, cuando en un segundo mi nariz capto ese aroma, su aroma. Mire hacia la infinidad del cielo y pude lograr ver la silueta bañada en oscuridad la cual estaba postrada en el filo de una rama de aquel antiguo roble
La sonrisa que se vislumbra en mi rostro se hizo aun más grande y fue ahí donde mis alas blanquecinas se desplegaron haciendo ligeros pivoteaos hacía enfrente y atrás dándome el impulso para poder alzar el vuelo con una gracia y elegancia única, llegando en cuestión de segundos enfrente de ella, viéndola farfullar muy bajo y su rostro tenso como una roca. Di un leve suspiro al verla ahí tan perfecta y hermosa, para después pronunciar queda pero dulcemente.
- ¿Acaso te molesto mi presencia Lilith? O ¿Es que estas huyendo de mi para no aceptar la verdad? -, me mordí el labio terminando aquella pregunta y la mire fijamente, como si la retara y quisiera saber si ella sentía lo mismo que yo, aunque sabía que era un arma de doble filo, ya que sienta lo que sienta, no se me olvida que estoy enamorado de un demonio.
Evan O’Connor- Ángeles
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Fecha de inscripción : 18/05/2012
Re: Siguiendo los halos de luz {Lilith}
De alguna manera sabía que él vendría en mi búsqueda y, desde dentro de mi ser, la sola idea de tenerle cerca me alegraba. ¡Y eso estaba mal! ¡Estaba muy mal! Porque él no debería alegrarme. Debería repudiarlo, odiarlo hasta el cansancio, blasfemar en su presencia y escupirle en la cara. Pero no podía. Aunque lo intentara y quisiera ahorcarlo, no me era posible porque... porque sentía algo indebido por él.
Era peligroso. Quiero decir, sentir algo por un ángel. Era peligroso para ambos. Él podría caer, yo podría ceder. Una moneda lanzada al aire no decidiría nuestro destino. Es más, ni siquiera tendría yo que pensar en un destino con él, con nadie. Mi deber era aniquilarlo, hacerle sufrir y ganar un puesto más alto que el que hasta ahora poseía. No... enamorarme de él.
Y, de pronto, ahí estaba él. Había estado tan perdida en mis pensamientos que ni siquiera fui consciente de que se acercaba, elevado por sus propias alas. Esas alas impecables que me causaban nauseas. Su voz rompió el silencio y no pude más que concentrarme en la suavidad con que sus labios se movían. Hasta que se quedó callado, en espera de mi respuesta.
¿De verdad quería que le respondiera? ¿Cómo responder a algo de lo que ni siquiera estaba la mitad de segura?
—¿De qué verdad hablas, O'Connor? —mascullé, rendida, con una suavidad que no creí existiera en mi. —No hay más verdad que lo que ves —continué, escrutando sus ojos tan claros y hermosos y orillando un segundo la maldad en mi interior —. Soy un demonio. Eres un ángel. Somos tan malditamente opuestos... —¿qué acababa de decir? ¿Estaba con ello afirmando mis sentimientos hacia él?
Maldito el día en que se cruzó en mi camino. Maldito el día en que vendí mi alma. Maldito, mil veces maldito el ángel frente a mi.
Era peligroso. Quiero decir, sentir algo por un ángel. Era peligroso para ambos. Él podría caer, yo podría ceder. Una moneda lanzada al aire no decidiría nuestro destino. Es más, ni siquiera tendría yo que pensar en un destino con él, con nadie. Mi deber era aniquilarlo, hacerle sufrir y ganar un puesto más alto que el que hasta ahora poseía. No... enamorarme de él.
Y, de pronto, ahí estaba él. Había estado tan perdida en mis pensamientos que ni siquiera fui consciente de que se acercaba, elevado por sus propias alas. Esas alas impecables que me causaban nauseas. Su voz rompió el silencio y no pude más que concentrarme en la suavidad con que sus labios se movían. Hasta que se quedó callado, en espera de mi respuesta.
¿De verdad quería que le respondiera? ¿Cómo responder a algo de lo que ni siquiera estaba la mitad de segura?
—¿De qué verdad hablas, O'Connor? —mascullé, rendida, con una suavidad que no creí existiera en mi. —No hay más verdad que lo que ves —continué, escrutando sus ojos tan claros y hermosos y orillando un segundo la maldad en mi interior —. Soy un demonio. Eres un ángel. Somos tan malditamente opuestos... —¿qué acababa de decir? ¿Estaba con ello afirmando mis sentimientos hacia él?
Maldito el día en que se cruzó en mi camino. Maldito el día en que vendí mi alma. Maldito, mil veces maldito el ángel frente a mi.
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