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Demented Place

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Historia del Foro

Winchester, Inglaterra Septiembre de 1910

El Dr. Kellen, un prestigioso psiquiatra inaugura un hospital mental publico donde cientos de pacientes son ingresados en la primera semana, algunos por sus familiares, otros por el gobierno, todos con la promesa de recuperar su cordura.
Esquizofrénicos, sádicos, suicidas, depresivos, desordenes de personalidad, todo tipo de pacientes son recibidos aquí sin hacer distinción alguna.
El lugar parece más un centro vacacional que un hospital mental, con sus grandes y verdes jardines y sus más de 400 habitaciones. Claro que nadie sospecharía que con semejante exterior algo pudiera estar mal en su interior.
Los meses pasan y todo parece normal, tan normal como podría serlo un hospital psiquiátrico. El tratamiento para los pacientes es como el de cualquier otro hospital del país. Electrochoques, lobotomías, trepanaciones, torturas sádicas donde se les infringen heridas, con la creencia de que esto los traerá de vuelta a la realidad. Pero un día una de las habitaciones de los pacientes esquizofrénicos esta vacía, si rastro alguno, ni siquiera ha sido forzada la puerta. Tras buscarlo por todas partes y sin encontrar ni una señal de él, simplemente se da por hecho que se escapo.
Los días pasan y una semana después otra paciente desaparece, pero esta vez logran encontrarla en la sala de electrochoques sin ojos y con una sonrisa formada por la hoja de un escalpelo, ambas comisuras rasgadas hasta media mejilla, pero eso no es todo, su pie ha sido amputado.
Esta vez el incidente no es reportado a la policía por órdenes del Dr. Kellen. “Son locos, es normal que cometan esa clase de atrocidades contra su propio cuerpo.” Son sus palabras respecto al homicidio que el asegura fue un suicidio, algo muy común en un hospital mental.
Nuevamente los días pasan y al cumplirse otra semana, otro paciente desaparece y es encontrado descuartizado en el congelador de la cocina. El Dr. Kellen prohíbe a los empleados hablar sobre eso con alguien y los obliga a seguir con sus labores como si nada hubiera pasado, pero la tensión y el miedo crece entre los enfermeros y empleados del lugar, aunque claro aquellos que deberían sentir miedo no se enteran de nada de lo que sucede a su alrededor, están demasiado ocupados en sus propias realidades.
Nuevamente los días pasan y los empleados se percatan de la presencia de un gato negro en el hospital, nadie sabe de donde salió ni como logro entrar, pero siempre que alguien trata de atraparlo se escapa y desaparece. Otra semana termina y un paciente más desaparece misteriosamente de su habitación y es hallado en el quirófano con la cabeza afeitada y colgada de una lámpara con sus propios intestinos. Después de esto muchos empleados deciden renunciar y sin embargo aquel gato extraño sigue apareciendo. Las muertes continúan y algunos de los empleados que quedan, empiezan a notar que el gato suele pasearse afuera del cuarto del siguiente paciente en desaparecer.
Tras mas de 25 pacientes asesinados de maneras horribles y sadicas, una enfermera decide reportar el incidente a las autoridades y tras una exhaustiva investigación encuentran al Dr. Kellen en una cámara secreta en el sótano del hospital, una cámara de tortura, donde aniquilaba a su siguiente victima a quien le hacía un trasplante de corneas de una lechuza y le había cortado los dedos de forma que solo tenía dos muñones.

El Dr. Kellen fue ejecutado en la silla eléctrica en Octubre de 1911 y el hospital fue clausurado. Nadie se atrevió a comprar aquel lugar ya que abundaban los rumores de que estaba embrujado por los pacientes que habían sido asesinados por el psicópata doctor.
100 años después el hospital fue restaurado y nuevamente fue abierto recibiendo a pacientes mentales de todo el mundo, con un nuevo director al mando. El Dr. Schneider, un joven psiquiatra con novedosas ideas para tratar los diversos males mentales.

Uno esperaría que después de tanto tiempo, aquel horrible suceso sería solo una leyenda urbana, lamentablemente no es así. Las desapariciones empiezan nuevamente, uno cada semana. Ruidos y sucesos extraños acechan el hospital. Aquellos pacientes asesinados no han podido abandonar el hospital, sus almas atormentadas siguen aquí porque él no los deja ir. Algunos se han vuelto violentos y se deleitan con las masacres del Dr. Kellen, es su forma de sentirse mejor por lo que les paso, otros intentan advertirles a los demás, a su modo. Y yo… yo solo me dedico a observar, ¿Qué mas podría hacer? Después de todo… solo soy un gato negro.

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