Jordania Valentina Storm

NOMBRE COMPLETO: Jordania Valentina Storm

APODO: Jordan, Jordi, Nia, Val, Valen, Valy, Storm

EDAD: 11 años

GRUPO: Lovers of the Moon {Lycans}

ORIENTACIÓN SEXUAL: Heterosexual

Adorable, según sus padres. Hermosa, según su abuela. Pequeña, preciosa, encantadora, pelirroja...Palabras que solían usar la familia de Jordan para describirla, pero, ¿cómo es ella realmente?
Su estatura entra en la media, no es muy alta ni muy baja, y es bastante delgada. Un saco de huesos, según las monjas del orfanato de donde viene. Su rostro es ovalado, de piel blanca pero pecosa. Sus ojos son azules y profundos, capaces de dedicar la mirada más cortante o la más encantadora, aunque pueden variar a un tono grisáceo según la luz. Su nariz puede resultar grande, pero proporcionada con el resto de su cara, y sus labios son gruesos, a menudo fruncidos por ella, manía que adquirió en el orfanato de donde viene, cuando empezó a ocultar sus enfados.
Viste de forma variada, sin un estilo fijo: un día puedes verla en chándal y al día siguiente con el traje más elegante que hayas visto. En ocasiones se alisa el cabello, y le gusta hacerse trenzas, por lo que a menudo se la puede ver con trenzas hechas, pero lo más frecuente es que lo lleve suelto, con pequeñas y encantadoras ondulaciones.

Jordan aparentemente es una joven de mal carácter, en apariencia todo el molesta y ofende y puede parecer que siempre mira mal o por encima del hombro, pero en realidad es buena chica. Es cariñosa donde las haya, un encanto de persona...cuando quiere.
En ocasiones es manipuladora, usa sus encantos de niña mona para conseguir lo que le apetece, pero pocas veces deja salir esa faceta suya, ya que no se le da bien parecer encantadora.
Ella misma se considera antisocial, dice que no le gusta estar con la gente, que le molestan las voces y risas de los demás, pero es todo mentira, porque Jordan no es más que una chica con una gran falta de cariño.
No tiene amigos, y no suele salir mucho, solamente al parque y jardines porque adora la naturaleza, y suele entretenerse escribiendo historias o leyéndolas, los libros son prácticamente su mundo. Es más que obvio que solo con eso Jordan no puede vivir, ya que necesita del contacto humano, escuchar cómo los otros se divierten y de más...Por lo que ella, a parte de porque es una de sus aficiones, se queda en bosques, jardines y parques mirando a la gente que se divierte.
Le gusta hacer sonreír a otras personas, provocar la felicidad en ellas, pero no lo suele hacer muy a menudo ya que tiene una reputación que mantener. Es frecuente que cuando otras personas se la encuentran por la calle la miren pensando que han visto a esa chica en alguna parte, vigilando desde un rincón, tal vez.
No se le dan bien las relaciones sociales, y pocas veces puede caer bien ya que es dada a mostrarse siempre irónica y sarcástica, con miradas fulminantes y cortantes como cuchillos. Además, a menudo parece que nada le importa, en especial los sentimientos de otras personas, cuando en realidad es lo que más le preocupa.
En resumen: es una niña adorable y encantadora, oculta tras una fachada de frialdad e ironía que el sufrimiento y las circunstancias de la vida han forjado.

A pesar de la corta edad de Jordan, le han ocurrido muchas cosas que no le han dejado disfrutar de su infancia...Empecemos por el principio de todo, cuando sus padres se conocieron:
Maryne y John no se conocían de nada hasta aquella tarde. John, licántropo por herencia de su padre, acababa de llegar al parque, huyendo de unos vampiros que quisieron matarlo sin motivo aparente. Y, por casualidad, chocó con una hermosa joven de cabellos anaranjados, que no era otra que Maryne. Disculpándose torpemente, John la invitó a un helado. Y así es como se conocieron. Quedaron otras veces, como amigos, hasta quedarse completamente enamorados.
Un día John le propuso matrimonio a Maryne, y esta aceptó. La boda se celebró días después, y esa misma noche, fruto del amor de los Fletcher, Jordan apareció.
No obstante, no había sido un embarazo fácil el suyo, no. Maryne había tenido varias amenazas de aborto y toda la familia temía que el bebé muriera nada más nacer. Afortunadamente, no fue así: todos tuvieron la oportunidad de sostener a la pequeña niña que acababa de venir al mundo, con la piel aún caliente por su estancia en el útero materno. La niña había sobrevivido al parto, algo increíble, según los médicos.
Al nacer, ella recibió el nombre de Jordania en honor a su abuela, la cual vivía con la familia Fletcher.
Todo parecía ser hermoso, la niña era una criatura bella y querida por todos, y la familia estaba en su mejor momento emocional y económico...Hasta que sucedió la tragedia.
Maryne, harta de que la abuela de la pequeña se metiera en todos sus asuntos, decidió enviarla a una residencia de ancianos, así que un día John (padre de Jordan) y ella se la llevaron en el coche.
No regresaron.
La niña solo tenía cinco años cuando esto sucedió, y apenas recuerda nada, pero aún así le dolió la pérdida de gran parte de su familia.
Afortunadamente, su hermana Gabrielle podía hacerse cargo de ella, y la pequeña pelirroja siguió adelante con su hermana. Todo parecía felicidad hasta que, un día, alguien entró en su casa a robar y mataron a Gabrielle. Jordan intentó protegerla pero no pudo, lo único que pudo hacer fue gruñir y llorar.
La niña fue llevada a un orfanato de monjas. Allí fue educada en temas religiosos que ella no quería creer, porque, según ella misma, si existiera un Dios bueno y bondadoso no se habría llevado a su familia. Las monjas le cambiaron el nombre a Jordania para ayudarla a olvidar su antigua vida, y le prometieron un buen futuro con una nueva familia agradable y estable. Empezaron a llamarla Valentina.
A decir verdad, Jordan no se sentía incómoda en el orfanato, incluso era feliz, a pesar de que el resto de niños la rehuían porque decían que era rara. Nadie le daba importancia a esto, decían que eran tonterías de niños.
Una soleada mañana llegaron los Storm, una pareja joven y llena de ilusión. Donna, la mujer, era estéril y no podían tener hijos, así que decidieron adoptar. Estuvieron conociendo a las niñas del orfanato, y se iban a llevar a una pequeña rubia llamada Vanessa, pero justo en el momento de firmar el papeleo, Jordan apareció.
Las monjas se negaban a enseñar a Jordan a ninguna familia por su mal comportamiento, decían que ella no lo merecía, y un día la pelirroja decidió rebelarse y aparecer.
Los Storm, sorprendidos, decidieron entrevistar a la niña. No cumplía los requisitos que ellos querían, ya que querían a una niña más pequeña y extrovertida, no obstante, decidieron pensárselo.
Tras una noche de meditación, sintieron pena por lo trágica que era su historia
Y al día siguiente, se la llevaron del orfanato.
Y aquí comienza la nueva vida de Jordania Fletcher, ahora llamada Jordania Valentina Storm (sus padres pensaron que era una aberración cambiarle el nombre, y dejaron que siguiera siendo Jordan).
Nathan y Donna, sus nuevos padres, viven en Singing City, y desde que adoptaron a la niña no deja de haber cosas que les empieza a preocupar...Empezando por su mal carácter y terminando la manía que tiene de gruñir y a veces comportarse como un lobo.

GUSTOS:
#Los dulces
#Los helados
#Leer
#Escribir historias
#Observar a otros
#Los perros
#La naturaleza
#La carne

ODIOS:
#Comida picante
#La gente extremadamente ruidosa
#Que la insulten
#Los gatos, le resultan siniestros y por alguna razón siempre la arañan.
#El pescado.

MANÍAS:
#Morderse el labio inferior cuando está triste o enfadada.
#Jugar con su pelo cuando está nerviosa.
#Cerrar los ojos cuando medita.
#Alzar la ceja derecha cuando halla la solución a un problema.
#Gruñir y mostrar los dientes cuando se enfada en exceso.

OTROS:
#No ha llegado a transformarse nunca pero ha dado señales de ser lo que es.
#No conoce a sus verdaderos padres.
#Tiene un perrito llamado Dandelion, que la sigue como si perteneciera a su manada.
#Todos los perros exceptuando al suyo ladran cuando ella pasa, y los gatos bufan e intentan arañarla.